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Diálogo con Felipe Guerrero

Diálogo con Felipe Guerrero

El siguiente dialogo recoge apuntes de los trabajos en el cine documental de este director caleño, y habla sobre su último proyecto en preproducción: “Corta”, ganador en la reciente convocatoria del FDC (2009), en la modalidad realización de Documental.

Adriana Rojas: Al ver tu obra, uno encuentra un estilo definido, que está enmarcado en una elección que mencionas literalmente como “una escritura poética”. Sin embargo, hay en el primer documental: Medellín (1998), con Paraíso (2006,) diferencias en la narración, sobre todo en esas sensaciones que cada uno provoca.

Felipe Guerrero: «Paraíso»,  es verdaderamente mi trabajo «primero». Ahí está creo condensado mucho de lo que pienso del documental.

¿Cuál era la dinámica de trabajo?

Haber recibido el FDC 2004 en la modalidad de realización de documentales fue determinante para tomar tiempo suficiente para la realización de Paraíso (2006). Organicé con ello para que durante varios meses mi vida girase exclusivamente entorno a la producción de este proyecto. En 2005 viajé a Colombia y a partir de febrero hasta mediados de agosto emprendí la ruta planeada para el rodaje, siguiendo a la par la pesquisa en diferentes acerbos audiovisuales donde había material que sabía quería usar en montaje. A partir de septiembre hasta final de año, ya con todo lo recolectado, enfrenté el montaje y la composición sonora/musical en Buenos Aires. Pienso que la dinámica de trabajo fue como la de seguir un viaje, donde se privilegia también lo fortuito, lo que vas encontrando. Ya en montaje se afiló la narración cinematográfica como propuesta de dicha experiencia.

¿En que lugares filmaste?

La ruta organizada para la filmación comprendía varias locaciones de Colombia: Bogotá, Cali, Medellín y Providencia. Estos lugares los escogí porque el proyecto perseguía una traza de presencia nadaísta, que sirvió como excusa para moverme por el país. Así estaba en el proyecto. Filmé también en el Cauca que es la zona donde residen mis padres.

¿Cuáles fueron los criterios para elegir las imágenes de archivo?

La investigación en los archivos fue llevada a cabo persiguiendo una cronología de sucesos relevantes de la historia de Colombia. Quería tener a disposición las diferentes texturas que los documentos audiovisuales filmados y registrados poseen en su calidad de archivo. La variedad estética del archivo donde está custodiada la Historia de Colombia (el período de memoria histórica que investigué iba de 1948 hasta la actualidad). Pensaba en la espesura de la trama que esto ayudaría para el montaje del film. Me interesaba el registro y el suceso bajo una imperante motivación plástica.

¿Qué querías generar con tu documental?

Yo quería que el documental generase en el espectador una experiencia cinematográfica sin interés informativo alguno. Un documental que propusiera una lectura sobre Colombia desde sentimientos de intimidad, política y poesía. La narración fue construida en montaje siguiendo primeramente una traza de imágenes -un viaje por Colombia y por su Historia en registros-, una ondulación de percepción y entendimiento por entre lo real y lo abstracto. Posteriormente se fijarían -subrayarían- nuevamente estas guías y se propondrían vías paralelas de narración desde el trabajo de composición del sonido y música.

¿Piensas en el espectador?

Pienso siempre en el espectador!

¿Cuál crees que es el público de trabajos como los que tú haces?

Me gustaría tener en sala para mis películas un público heterogéneo, que tenga el tiempo a disposición para confiar en lo que ofrece la pantalla enfrente suyo. Y lo que vengo a ofrecer como autor.

¿Cómo se crea el diseño de sonido de paraíso?

El diseño sonoro de Paraíso (2006) lo tenía dibujado y predispuesto en su totalidad después de terminar la fase de montaje de imagen. Lo expuse al grupo de sonidistas que trabajó sobre estas guías, elaborando ellos nuevos conceptos e ideas sonoras a partir de ello, sin perder el hilo que se tenía esbozado como narración. Lógicamente que todo se infló y cobró una dimensión mayor gracias al trabajo de estos excelentes colaboradores y amigos.

Trabajaste con 4 sonidistas, e hiciste un mapa en el que indicabas los tiempos, pero al momento de dirigir ese diseño sonoro: ¿Cómo lo planteas? O sea, tu eliges el ritmo? o todo parte del criterio de cada uno de los sonidistas?

El ritmo hacia también parte del mapa sonoro y lo trabajé gráficamente en mi cuaderno de montaje como si fueran vectores dentro de una estructura de tiempo. Estaban cargadas de intención emotiva y significado, «arrastre» digamos. Cumplían un recorrido. En mano de los sonidistas el todo y sus partes fue afinado orgánicamente, con grande placer y dedicación.

En una entrevista para Kinetoscopio, hablas de la no ficción como forma, ¿qué es esto para ti?

La no ficción como forma es para mí considerar el cine como estructura -en el tiempo y en el espacio- de un pensamiento artístico.

Pasando al tema de “Medellín”, un trabajo que tiene un ritmo diferente al de  Paraíso, en el que muestras los contrastes de la ciudad (un barrio de una comuna, calles del centro, el Metro, el centro Administrativo la Alpujarra) y todo eso está unido a la poesía: ¿Cómo describes tu propuesta narrativa y estética en “Medellín”?

Medellín (1998) fue un trabajo importante como precedente de Paraíso (2006), pienso que allí están esbozadas algunas ideas de montaje y sonido presentes en el último. La narrativa y la estética surgió igualmente como propuesta de dar forma a un recorrido -viaje- por un espacio. Recuerdo que la frase que abría mi proyecto de filmación en Medellín era de García Lorca: «La poesía es algo que anda por la calle».

¿Cuales son tus influencias –en el cine documental/ y si tienes en ficción?

Me influye lo que me mueve. Puedo decir, a random, que las últimas películas que me hicieron sentir el cine fueron «Scènes de chasse au sanglier» (2007) de Claudio Pazienza, «Mange, ceci est mon corps» (2007) de Michelange Quay, «Independencia» (2009) de Raya Martin…

¿Sobre qué bases teóricas apoyas o sustentas tus trabajos?

Hay una película que me ayudó a reflexionar sobre el lenguaje en un momento decisivo para la elaboración del proyecto Corta. «71 Fragmente einer Chronologie des Zufalls» (1994) de Michael Haneke. Hay también en la obra de Giorgio Morandi y en los textos sobre poesía y cine de Pasolini, ecos donde mis ideas de concepto y forma se enriquecieron enormemente para mi proyecto actual.

En este momento estás en la preproducción del proyecto documental “Corta”. ¿De qué se trata?

Corta es un proyecto de cinematografía sobre el corte de caña de azúcar a la manera de un film documental científico que observa la rítmica que produce un centenar de hombres mientras lo efectúa.

Un acto de filmación, propuesto como film sin mediación del montaje, donde el filmmaker «va midiendo» la duración de las acciones de trabajo y su «medición» es registro de dicho ritmo laboral tanto como documento de así manifiesta actitud en llevarla a cabo.

La estructura visual se organizará entonces sobre la marcha del rodaje. Los tiempos de las acciones, en encuadre estático sobre una norma de serialidad, se fraccionarán con intersticios de exposiciones a diafragma clausurado dentro de la cadencia ya pautada por el cambio de rollo cada dos minutos y medio.

La estructura sonora, en cambio, traerá la fluida condición del tiempo y por ende la sensación acumuladora de narración, a disponerse conceptual y metodológicamente sobre la forma visual en su fase de sincronismo, composición y mezcla.

El film se construirá para una experiencia cinematográfica de autonomía estética desde la base de un acto en el real.>

Miraré al mundo del trabajo del corte de caña de azúcar. Me interesa la tensión hipnótica que se siente en las plantaciones mientras un grupo de personas efectúa su labor. Es una apuesta por un forma cinematográfica bastante arriesgada: quisiera dar prioridad al registro inmediato del Real. La estructura y el ritmo de la imagen quisiera darla en el mismo momento en el que filmo. La puesta en escena está pensada entonces, tanto como acto de filmación como registro sobre una acción particular. Será producida también en formato Super8. Y el sonido será trabajado minuciosamente, al igual que en todos mis trabajos.

¿Qué vas a privilegiar?

Me gustaría privilegiar mucho más el relato sonoro que en mis anteriores trabajos. Quisiera trabajar en el espacio sonoro presente en la sensación de escuchar la repetición. Hablo de una película hecha exclusivamente de hombres que cortan caña, por consiguiente el sonido debería ser aparentemente el mismo… Pero en esta serialidad desearía trazar el movimiento de la escucha del espectador, construir toda la narración entre esta aliteración. Los elementos sonoros a disposición en campo son muy expresivos y confío en que la disposición adecuada y concienzuda de éstos -más aquéllos elaborados por el foley-artist- sobre la «gran partitura» generarán la experiencia cinematográfica que espero sea el film.

¿Tiene similitudes estéticas y narrativas con tus trabajos anteriores?

Filmaré de nuevo en Super8. Aunque la propuesta de Corta con la cámara es diferente, completamente estática y serial, me gustaría tener la misma paleta cromática de Paraíso (2006).

Hablando de cine de no ficción como forma, como estructura -en el tiempo y en el espacio- de un pensamiento artístico, en Corta el pensamiento se convierte en acción. Por eso me gusta pensar mi proyecto actual como el registro o el documento de una acción específica del autor, para esto me vino el concepto de action-filming, que deriva del action-painting. La obra es el acto.

¿Qué esperas generar?

No sé que esperar ni qué puedo pensar… Me gustaría pensar en la medida de riesgo estético, generar acaso algo de frescura.

¿Qué tienes en cuenta a la hora de la difusión y divulgación, de tus trabajos?

He venido aprendiendo de difusión en la marcha. Sin embargo como filmmaker creo se deba estar interesado y atento a lo que se programa o critica en torno al cine que nos gusta. Los espacios de proyección, difusión y distribución se inventan y palpitan como las obras mismas. Me gustaría decidir por el recorrido de exhibición de mis trabajos, pero bueno, eso a veces no depende de vos.