El gusto de confrontar al público
Diálogo con el cineasta Nicolás Pereda
En 2011, en el marco del Festival Internacional de Cine de Cartagena – FICCI 51, se realizó una retrospectiva del cineasta mexicano Nicolás Pereda, en la que se presentaron ¿Dónde están sus historias? (2007), Entrevista con la tierra (2008), Juntos (2009), Perpetuum Mobile (2009), Verano de Goliat (2010) y Todo en fin el silencio lo ocupaba (2010); el cineasta también tuvo una actividad académica en la que habló de su obra, sus posturas estéticas y éticas, y compartió detalles sobre su trabajo como cineasta.
Luego de estas actividades surge el siguiente diálogo, una conversación en la que yo buscaba conocer más el cine de Pereda, así como indagar por el trabajo que el cineasta ha realizado con los actores Gabino Rodríguez y Teresa Sánchez.
Adriana Rojas (AR): Has contado del trabajo que has hecho de manera continuada con Gabino, Teresa, Paco, ¿eso fue intuitivo, se fue dando con el paso del tiempo, o fue algo que pensaste desde un comienzo, el hacer varias películas con ellos?
Nicolás Pereda (NP): No, eso fue totalmente circunstancial, o sea, fue una cuestión de vida, en el sentido en que entre más películas hacía con Gabino, Luis, Paco y Teresa, más cercano me sentía a ellos, y más quería decir en relación a ellos y cómo transmitir mis ideas con ellos, era muy lindo porque aparte de que entienden lo que estoy haciendo, es muy lindo compartir un mundo similar, que es algo que no sucede con la gente que son actores profesionales o que están en este mundo del arte que son más títeres que personas; Gabino es increíblemente atractivo como actor, además ha sido de alguna manera como mi asistente de dirección, porque él es director de teatro, y tiene un universo que me interesa muchísimo en sus obras de teatro, entonces compartimos muchísimo durante el rodaje, y él me ayuda mucho, propone cosas, y aparte me ayuda también con los actores, como esto que decía que dirigir actores es una cuestión humana y Gabino ayuda muchísimo en ese sentido, porque es una persona que logra tener a la gente alrededor de él, y que todos lo oigan, tener a Gabino como compañero de trabajo ayuda muchísimo en las producciones.
AR: ¿Y Cómo encuentras a este equipo? ¿Todo fue casual?
NP: A Gabino lo conocí casualmente en un proyecto de teatro y después él me presentó a Luisa que es su exnovia, y a Paco, que sale en varias de las películas.
AR: ¿Y Teresa?
NP: A Teresa la conocí en otro proyecto bastante extraño de activismo social en México, porque ella está muy metida en el activismo político y está haciendo unos videos para comunidades rurales, además ella hacía farsa cómica, otro tono diferente de lo que hace conmigo, es una persona bellísima, aparte yo reconocí automáticamente su nivel actoral, tiene un rango impresionante, es muy interesante en un mundo dramático.
AR: Primero fue ¿Dónde están sus historias?
NP: Si, fue la primera en la que aparecen Gabino y Teresa.
AR: ¿Al cuánto tiempo empiezas a darte cuenta que puedes trabajar y hacer diferentes personajes con ellos para tus películas?
NP: Durante el rodaje de ¿Dónde están sus historias? entendí que había mucho más que podía explorar con ellos.
AR: ¿Y con el tema de madre e hijo?
NP: Pues eso es una cosa que tengo atorada de más allá, es algo muy personal, de una necesidad de hablar de las relaciones familiares, porque no solo mi familia, mi esposa y mi hijo, mis padres y yo, sino también mis tíos y las familias de otras personas, siento que cada que vez que alguien empieza a hablar de su familia, todo el mundo empieza con temas de “Ah, yo también tengo un loco en mi familia”; de alguna manera encontré que en el núcleo familiar hay millones de situaciones que se remiten a toda la humanidad, o sea, todos los sentimientos que tenemos los seres humanos los podemos encontrar en las familias, el odio, el resentimiento, la felicidad y el amor, eso está vivo todo el tiempo en el contexto familiar, entonces es muy rico trabajar esos temas.
AR: En tus películas hay elementos sueltos que no pertenecen a una narración clásica, ni convencional, momentos en que pasa algo que no tiene relación con nada de lo que se ha visto, son momentos de desacomodo ¿eso lo haces adrede?
NP: Sí, lo que me pasa con la idea dramática, es que muy fácilmente la gente se involucra en la parte anecdótica, y entonces todas las otras sutilezas pasan a una lectura más profunda que a veces se pierde, y a mí me gusta confrontar más al público, porque quizás si el mundo audiovisual fuera distinto, tal vez mis películas fueran distintas, pero lo que yo siento es que el mundo audiovisual está muy viciado con historias, y entonces ya la gente no es analítica en el cine, eso es lo que me parece, y entonces cuando uno fuerza a la gente a ser analítica, como que no le queda de otra y si no no entiendes nada, porque llega un momento en que tienes que empezar a pensar para poder ligar todas esas situaciones y eso me parece interesante, el cómo confrontar las expectativas del espectador.
AR: En Verano de Goliat, pasa en varios momentos que sacas al espectador para que no entre dentro de la narración, sino que más bien se cuestione y caiga en la cuenta y piense: “esto no es real”, siento que ahí hay una intención muy marcada.
NP: Como que ahí no hay una casualidad, sino que es como que estoy siendo muy claro, todo se relaciona a la cuestión de la intuición, pero inclusive en este momento es totalmente evidente de que yo estoy hablando acerca de la representación y de cómo nosotros construimos nuestra realidad; aparte, es encontrar nuevos caminos narrativos.
AR: No es irreverencia.
NP: Pese a que estén ensayando, hay una realidad que está; hay una representación, estamos en un contexto de la casa de esta chica que tiene un imprevisto, que está hablando del bebé que va a tener, no sé, como que no es únicamente un distanciamiento brechtiano, sino que creo que hay otros elementos de realidad, hay también una emoción, no es nada más una cuestión intelectual.
AR: ¿Qué piensas de lo que ahora llaman “democratización del cine”?
NP: Claro, cuando la gente dice que se ha democratizado el cine, pues teóricamente es hasta cierto nivel, porque ya habíamos perdido totalmente el piso de la realidad, entonces ahora por lo menos hay un nivel en el que uno ya lo puede manejar. Evidentemente es mucho más fácil y barato hacer cine ahora, pero tampoco lo puede hacer todo el mundo, está la cuestión de la plata que aunque sea en algunas producciones menor, se necesita cierta plata, pero evidentemente también hay toda una cuestión cultural que no tomamos en cuenta cuando hablamos de la democratización del cine, porque tampoco hay “una democratización de la filosofía”, no sé, no se necesita nada más para la filosofía que una pluma, pero se necesita todo un bagaje cultural que si no existe, no se puede hacer, entonces están esos dos niveles, en el cine todavía se necesita un poco de dinero, pero también se necesita todo un bagaje cultural, la mayor parte de los directores de cine latinoamericanos que uno se va a encontrar, es gente que fueron a escuelas privadas, que crecieron en barrios acomodados, la poca gente que yo he conocido que hace cine de países tercermundistas no provienen de zonas populares, ni han tenido educación pública.
AR: ¿Cómo financias este tipo de películas? Teniendo en cuenta que, aunque ahora es un poco más económico hacer cine, y se habla de la democratización del cine, de todas maneras, se necesitan unos recursos económicos, ¿Cómo hiciste tu primera película?
NP: Yo no tenía ni cámara ni equipos; nos gastamos 3000 dólares en hacer esa película, nadie cobró nada, la mayoría eran amigos míos, en los detrás de cámara, y de frente a cámara, algunos eran conocidos y gente que no les pedía tanto tiempo, aunque a la gente del pueblo les pagué por su tiempo, y fueron como 200 dólares para ellos por estar una tarde conmigo, que no les vino mal; ese dinero lo conseguí porque estaba estudiando la maestría y tenía una pequeña beca para hacer el proyecto, y después, ya teniendo la película, solicité un fondo para pasarla a 35mm.
AR: ¿Haces todo en video?
NP: Sí, algunas no las paso a 35mm, Todo, en fin, el silencio lo ocupaba, y Entrevista con la tierra se quedaron en video; Juntos, costó 500 dólares, fue una película que la hice con mis amigos, en la casa de un amigo, y gastamos en las pizzas y los tacos como alimentación, y en un viaje que hicimos todos a Veracruz y pagamos los boletos, y ya, eso fue todo el gasto de la película.
AR: En Verano de Goliat, sí tienes más apoyos.
NP: Sobre todo hay un apoyo del gobierno canadiense que fue más o menos fuerte, y un apoyo del Festival de Cine de Rotterdam.
AR: ¿Y es en la única que recibes esos apoyos?
NP: Del gobierno canadiense consigo más apoyo porque cuando yo me fui a vivir allá me hice residente, y por eso puedo solicitar las ayudas a los fondos de allí, que son algunos generosos, como de 20000 dólares.
AR: Además de que haces todas tus películas en México.
NP: Si, eso les da igual. Y aparte el dinero rinde mucho más en México.
AR: ¿Cómo es tu equipo de producción, con cuántas personas trabajas?
NP: Ha cambiado con las películas, el equipo más reducido que he tenido ha sido para Todo, en fin, el silencio lo ocupaba, para Entrevista con la tierra y para Juntos, éramos nada más yo y el fotógrafo, entonces yo hago el sonido y el fotógrafo hace la cámara, y la más grande que he tenido es porque el fotógrafo quiso llevar dos asistentes que eran más jóvenes que nosotros, eran estudiantes, empezaban a estudiar la carrera de cine y yo ni los conocía, el fotógrafo me dijo que él los había conocido y que querían involucrarse en el proyecto, entonces él tenía dos asistentes, ya ni me acuerdo qué hacían, pero ahí estaban todo el tiempo, y después salió una sonidista y yo.
AR: ¿Trabajas con script?
NP: Pues no, o sea, no necesito muchísima gente del cine; como que intelectualmente nada más necesito a Gabino y a mí y ya estamos, no se necesita más gente que nos mantenga como en línea de continuidad y ese tipo de cosas, yo no tengo ningún problema, y como no hay muchos movimientos de cámara complicados. En Verano de Goliat teníamos un steadycam, aunque no era un steady propiamente, lo consiguió el fotógrafo y por eso se ve un logo horrible al final de la película, porque nos lo prestaron; para que nos dieran el steady pusimos un logo al final de los créditos, este equipo lo operó el fotógrafo, que no lo sabía operar bien, entonces lo que definimos no fue operar un steadycam a la perfección, sino hacer el efecto de una cámara en mano que fluyera, no le pedía que fuera perfecto, sino que se viera como una cámara en mano muy bien hecha.
AR: ¿Cómo es el trabajo con el director de fotografía? ¿Buscan que la fotografía quede con una estética más realista donde no importan los “errores”?
NP: A mi fotógrafo le importa muchísimo y nos peleamos al respecto porque como que el mundo visual que tengo no va por la pulcritud; pero hay algo en Perpetuum mobile y es que siento que no está bien fotografiada, Perpetuum mobile es una película que creo que la pudimos haber resuelto mejor, pero no sé si es necesario haber tenido más equipo, a veces la puesta en cámara no funciona, pero creo que es la única, a comparación de las otras películas en donde sí hay otros elementos; en Perpetum mobile, no sé qué ocurrió que hay cosas que no me gustaron como quedaron, pero en el resto de las películas sí, nada más es encontrar el ángulo; y eso es como la fotografía fija, muy pocos fotógrafos que han hecho fotos monumentales y que son impresionantes, las iluminaron, muchísimas fotografías han sido realizadas solo con la cámara, sin luces; por ejemplo, Cartier-Bresson, entre otros, Man Ray, que iban con su cámara de fotos, si hubiera habido un tipo al lado con luces y equipos sofisticados, se verían horribles esas fotos, o no las hubieran podido realizar por el tiempo que se requiere para emplazar equipos; ellos lograron encontrar el ángulo que era perfecto, entonces a veces simplemente es una cuestión como de visión, más que de aparatos, como que hay que encontrar el ángulo, la mirada, eso más que el dinero y los aparatos.
AR: En este Festival han recalcado que una de tus virtudes es que has logrado hacer una película por año, y claro, por todo lo que implica hacer una película, no solamente por el dinero, conseguir el presupuesto, sino por el tiempo que se requiere para hacer una película, y ese tiempo previo de pensarla, ¿uno de tus objetivos es hacer una película por año? ¿Lo quieres hacer como en su tiempo lo logró Fassbinder?
NP: A mí lo que me pasa es que me encanta filmar y entonces lo hago, pero a la vez me cuesta mucho trabajo cuando la gente me presenta como “el niño prolífico”, recalcando la cantidad; a mí me parece un poquito denigrante, como que “lo mejor que puedo decir de esta persona es que hace mucho”, se refieren a la cantidad, “mira cuánto hace”, “no hablemos de lo bien que lo hace”, “quizás son horribles todas las películas pero la cuestión es que hace muchas”; entonces, pareciera que la virtud es que hago muchas, más que a alguien le guste, entonces pues ahí me incomoda un poco toda esta situación, porque pareciera que la única virtud que tengo es que filmo todos los días.
AR: Has hablado en el FICCI que ahora tienes otro proyecto, y que va a ser como terminar esa parte que has hecho con Gabino y con Teresa, cuéntame un poco de esto, ¿ese proyecto en qué va? ¿Cómo se llama?
NP: Se llama Los mejores temas, en español, y en inglés, Greatest hits; con el título llegó un momento en el que mi esposa me decía: “eres un arrogante, cómo le pones Greatest hits, si no tienes ni un hit, ¿cuál Greatest hits?” Y eso es lo que me divertía a mí.
AR: ¿Lo irónico?
NP: Sí, era totalmente irónica esta cuestión de que cuál hit, si a ninguna de mis películas la conocen, entonces es como Greatest hits de cosas que no existen, es como que el primer disco de una banda de rock se llame Greatest hits, es como irónico, es divertido y yo voy como en esa tónica.
AR: ¿Ya la escribiste?
NP: Sí, es un trabajo con todos los personajes de mis películas metidos en un mundo que es totalmente ficticio, y todo el tiempo es repetición de escenas, es un juego formal, nada más, eso es lo que se me ocurrió, y lo escribí y lo quiero hacer.
AR: ¿Y ya tienes programado algo de rodaje, fechas?
NP: La idea es este año en verano, ya está todo armado, tengo que ver las fechas de todos y hacerla cuándo puedan todos.
AR: ¿Escribes un guion para encontrar financiación?
NP: Lo he hecho para algunas películas, o sea, hay películas en las que no lo puedo hacer, porque no sé ni cómo escribir el guion para que alguien lo tome en serio, por ejemplo, para Juntos lo que yo tenía era algo muy pequeño y no podía mandarlo así a ningún lugar, aparte nadie va a creer en eso de ninguna manera; y después hice otros proyectos que yo dije, “este sí es”, igual no me dieron plata, tampoco estoy seguro como de cuál será la fórmula. Yo entiendo que Lisandro Alonso, él si puede entregar cinco páginas porque tiene como cierta legitimación, todo su trabajo, y bueno, ganó muchos premios, y aparte es muy bueno, entonces él puede hacerlo, tampoco le dan mucho dinero, pero consigue presupuesto. Sí he escrito guiones, sabiendo que los necesito mandar, pero quizá el problema es que tampoco los he hecho dentro de la estructura convencional, o sea, me cuesta mucho trabajo la cuestión de la descripción en los guiones, la descripción de cómo son los espacios, a mí se me hace como absurdo ponerme a escribir cómo se ve ese lugar si ya lo conozco, ya sé qué voy a filmar, y que yo lo voy a dirigir, pienso ¿para qué lo escribo? Voy a poner “la casa de mi tío”, como que no lo veo necesario, si yo sé dónde lo voy a hacer, entonces intento describirlo, pero no soy escritor, entonces me cuesta mucho trabajo porque no tengo una prosa que funcione y que te atrape; mis guiones son muy torpes de leer, no es como una literatura interesante, igual es un problema, debería contratar a alguien para que me reescribiera el guion.
AR: Por último, ¿has visto cine colombiano?
NP: He visto muy poco, vi El vuelco del cangrejo, conozco a Óscar Ruiz, y a Rubén Mendoza, pero no he visto la película de Rubén.
AR: Bueno Nicolás, agradezco este tiempo de diálogo, y espero poder ver tus otras películas y las que se vienen.
Marzo 2011